(Curso 2023-2024)
El pasado curso, el grupo de primero estaba formado por 18 alumnos. Durante las primeras semanas del presente, hubo cuatro nuevas incorporaciones, quedando actualmente el grupo con 22 alumnos.
Siempre que se suceden nuevas incorporaciones de alumnos, es importante establecer dos dinámicas: una primera de carácter puntual que podemos denominar como de “acogida” y otra más regular o periódica que llamaríamos de “integración”.
La Pedagogía Sistémica, se asienta sobre tres principios básicos: Orden, inclusión y vinculación. Precisamente, cuando un nuevo alumno entra a formar parte de un grupo, el principio de vinculación adquiere especial relevancia. Hablando sobre este, podríamos especificar que se trataría del sentimiento de vinculación o apego que las personas necesitamos experimentar en cada de uno de los grupos sociales de los que formamos parte: familia, escuela, pandilla de amigos, etc. El ser humano, por su carácter de ser social, necesita sentirse parte de un grupo de iguales. Ello le confiere seguridad, confianza y un autoconcepto positivo.
El pasado curso, el grupo de primero estaba formado por 18 alumnos. Durante las primeras semanas del presente, hubo cuatro nuevas incorporaciones, quedando actualmente el grupo con 22 alumnos.
Siempre que se suceden nuevas incorporaciones de alumnos, es importante establecer dos dinámicas: una primera de carácter puntual que podemos denominar como de “acogida” y otra más regular o periódica que llamaríamos de “integración”.
La Pedagogía Sistémica, se asienta sobre tres principios básicos: Orden, inclusión y vinculación. Precisamente, cuando un nuevo alumno entra a formar parte de un grupo, el principio de vinculación adquiere especial relevancia. Hablando sobre este, podríamos especificar que se trataría del sentimiento de vinculación o apego que las personas necesitamos experimentar en cada de uno de los grupos sociales de los que formamos parte: familia, escuela, pandilla de amigos, etc. El ser humano, por su carácter de ser social, necesita sentirse parte de un grupo de iguales. Ello le confiere seguridad, confianza y un autoconcepto positivo.
En la escuela, los docentes debemos estar atentos a estas dinámicas, pues si un alumno no se siente parte del grupo receptor y por lo tanto no está debidamente integrado, lo emocional queda fuera y por lo tanto la parte intelectual o cognitiva difícilmente se va a dar. Simplemente no está disponible. Hablando de forma más clara; si alguien no se siente a gusto en su trabajo, con sus compañeros, difícilmente va a rendir. En el caso de los niños, esto se hace más evidente. Si no están cómodos y aceptados como uno más dentro del grupo, si no vienen cada mañana a la escuela contentos, confiados y validados como niños, tampoco van a poder rendir académicamente de forma óptima.
Basándome en esta mirada o enfoque, durante las primeras semanas del curso hice algunas actividades de acogida o recibimiento de los nuevos alumnos, como paso para ir integrándolos y que ellos se sintieran parte del grupo. En estas edades, los cuentos son una herramienta muy potente para trabajar estos conceptos. Concretamente, a través del cuento de “Nadarín”, los alumnos experimentan y entienden más fácilmente el concepto de grupo, el sentirse parte de algo más grande. La importancia de la unión. De que todos somos importantes en la colectividad. El cuento se leyó en alto varias veces. Los alumnos pudieron debatir y reflexionar sobre la idea de grupo. De las sensaciones que ellos experimentan cuando llegan nuevos a un lugar y hay nuevas personas, etc.
Finalmente, como actividad final, en el área de plástica todos colaboraron en un poster en el que se representan como parte del grupo, tal y como el cuento sugiere. También participaron en la elección de la frase que corona el poster y la toda la decoración del mismo.
Jesús A. Pico Tutor 2º primaria
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